jueves, 22 de septiembre de 2016

Perplejo.

Ella llegó de imprevisto. Decidida. Relajada. Hombros para atrás con cabello suelto color castaño. Sus ojos se movían inquietamente, es comprensible si entra a un lugar desconocido, no venía acompañada y se había atrevido a explorar.

Madre mía, elegante es su paso al caminar. La sigo con la mirada y la cabeza se arrastra con ella. Me importa poco verme indiscreto. Venía decidida y tomó una mesa. Destila ternura al mirar la carta. se nota interesada y decidida.

Aquel ángel me ha cautivado de pies a cabeza y no puedo concretar ni un solo pensamiento mas que halagos a esa belleza. Pasan los minutos, mi corazón se acelera de forma creciente. He tenido tanta suerte de estar aquí cuando llegó. Será una jugada del destino ¿Así es como está escrito en nuestras vidas?

Mi amigo interrumpe el debraye "¿Ya la viste? ¡Qué carajos estás esperando! ¡Ve!" me dice, pero no es suficiente.

Me concentro en solo respirar y contener la sensación. Pero mi amiga también me arrastra a la tierra " ¿Qué haces? ¡Ve hacia ella! ¡Anda! "

"¡Ve! ¡Ve! ¡Ve!" se unen mis demás amigos, evocando por las agallas que no tengo. ¡Tu puedes! claro que sí, no temas por un futuro desando haberle hablado y anexarla a una lista infinita de chicas a las que debías hablar pero que tus putos nervios te lo han impedido para que en tus días de viejo te apuñales con cada uno de esos recuerdos. ¡Pelea por un futuro con ella! Por supuesto que te lo mereces: una vida a su lado, lleno de amor, placer ¡vida! Y todo eso comienza con poner tu maldita presencia frente a la suya, tragar saliva y decir:

-Hola
-Ah, Hola.
-... ¿ Ya, sabe que ordenar?

Y la vida continuó, todo hueso y músculo de mi cuerpo se desinfló.
Sus palabras han sanado mi corazón, retomando una seguridad que ni en sueños imaginé. Y tuve el coraje de decirlo Quizá nada se concrete. Quizá termine de comer, se vaya y nunca mas vuelva a verla. Pero en mi corazón, ya no importa, me doy bien servido. Con tan sólo me susurrara "Hola, sí, la sopa de almejas, una limonada mineral por favor, gracias, la cuenta, hasta luego."


Se ha ido, congelo el momento en mi cabeza para sentir un cálido instante de contacto humano con ella. Le perdono todo. El haberme cautivado, el atormentarme con la idea de ser mía. El dolor por reconocer, lo inalcanzable que es, el coraje de no haber dejado propina.














-Escrito por Hector Miguel Aguilar Yañez (Enigma HM), 2016